La Escuela

Egresé de la Licenciatura en Composición Coreográfica (Danza-Teatro) de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). A través del Yoga he podido hacer espacio a una escucha más atenta de mis posibilidades en cada momento, encontrándome en una versión más respetuosa conmigo y más saludable y no por eso menos desafiante. En una necesidad de profundizar me acerqué a la Escuela donde cursé los dos años de formación. Mi búsqueda en las clases es brindar un espacio tranquilo y amoroso donde poder observar nuestros mecanismos habituales de estar, percibirnos, pensarnos y explorarnos a través del cuerpo y el movimiento.

Soy Leo, con formación en Yoga Terapéutico, Biomecánica y Meditación.

A través del profesorado descubrí la hermosa vocación de poder Brindar, de utilizarse a uno mismo como borrador para aprender y luego intercambiar conocimientos. Las propuestas que llevo a

cabo, buscan promover como hábito saludable, técnicas contemplativas que nos sirvan para Auto- Observarnos, Auto-Regularnos y Re-Generarnos. Creo en la posibilidad de indagarnos a nosotros mismos, en la libertad del constante aprendizaje y en el valor de la práctica aplicada al día a día.

Me dediqué durante muchos años a dar clases de Expresión Corporal, juegos teatrales a niñxs y adolescentes, trabajé en escuelas, talleres, y colonias, también con personas en situaciones de vulnerabilidad, en centros de día y hospitales.

Mi primer contacto con el Yoga fue por las clases que daba una amiga muy querida y me cambió la vida, me encontré habitando nuevas capas de mi misma y de mi propio cuerpo.

Dar clases de yoga es algo que empezó informalmente y nunca me imaginé que iba a apasionarme tanto. Cada vez fué cobrando más y más lugar hasta convertirse en mi canal de expresión y mi trabajo.

Desde temprana edad realicé distintas disciplinas: deportes, artes marciales y actividad física consciente. Actualmente curso la carrera de Kinesiología, y desde una búsqueda holística e integradora: medicina tradicional china, osteopatía, pilates y yoga.

En mis prácticas comparto lo que sigo aprendiendo. Conocer el cuerpo, entenderlo, moverse a conciencia y sentir cuando pausar para que alcancemos un mayor estado de bienestar y salud.

Comencé la práctica de Hatha Yoga hace algunos años, sin embargo fue al formarme que comprendí cuanto nos atraviesa el Yoga en las múltiples vertientes de nuestra vida, y sentí la importancia de la sangha y su calor. La observación de nuestros pensamientos, la reflexión y nuestro campo emocional, despierta mi curiosidad ampliamente y me resultan de gran importancia, tomo la meditación como un camino directo a observarnos, una propuesta a ir más lento. Deseo que la experiencia de la práctica nos sumerja a nuestra infinitud.

Me formé en técnicas de gimnasia artística, danza clásica, contemporánea, contacto improvisación, y trabajé en obras como intérprete y coreógrafa. Me encontré con el Yoga gracias a mi hermana Nora quien guiaba clases de hatha yoga dinámico. También practique el método Iyengar, al cual estoy muy agradecida ya que me brinda mucha salud a mi cuerpo. Me formé como profesora con Vinicius en 2019, formación que sigue hasta el día de hoy. Convertirme en profe trajo también la confianza en mí misma para poder transmitir todas las herramientas que fui aprendiendo a lo largo de mi vida. Hoy me guía también la práctica de budismo de Nichiren, o budismo Soka.

Egresé de la Licenciatura en Composición Coreográfica (Danza-Teatro) de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). A través del Yoga he podido hacer espacio a una escucha más atenta de mis posibilidades en cada momento, encontrándome en una versión más respetuosa conmigo y más saludable y no por eso menos desafiante. En una necesidad de profundizar me acerqué a la Escuela donde cursé los dos años de formación. Mi búsqueda en las clases es brindar un espacio tranquilo y amoroso donde poder observar nuestros mecanismos habituales de estar, percibirnos, pensarnos y explorarnos a través del cuerpo y el movimiento.

A los 20 años inicié un programa de formación en danza dirigido por Daniela Fernández. Realicé el instructorado de Pilates reformer y asistí a las cátedras de anatomía de la UBA (como oyente). Hice el curso de “auxiliar de kinesiología” (ISCS). En 2019 luego de participar en un retiro de Vipassana, comencé el profesorado de yoga en la escuela “ser interior” donde conocí a Vinicius en una clase de anatomía, posteriormente realicé el profesorado también con él. Actualmente oriento mis estudios e investigaciones desde el enfoque en la fascia, a través del método rolfing y de cadenas miofasciales.

Soy bailarina de danza contemporánea e investigadora del movimiento.

Actualmente me encuentro estudiando Composición en la Universidad Nacional de las Artes y he realizado los dos años de formación en Vinicius Yoga. En la escuela conocí lo que es ser parte de una sangha y lo importante de aprender y compartir en grupo, una clave más del yoga que toma completamente sentido, unión y color.

Mi propuesta para las practicas está enfocada en el reconocimiento y exploración de las fuerzas que nos habitan; reestablecer la conexión con el cuerpo a través del campo sensorial, la propiocepción,

la respiración consciente y la meditación

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